Bonitos pueblos de la geografía española...

Santa Cruz de los Cañamos

Alrededor de 700 habitantes y ese pedazo de escudo. ¿Si Bob Marley hubiese podido elegir donde nacer, Jamaica sería hoy lo que es?.

"Santa Cruz de los Cáñamos, pequeña villa del Campo de Montiel, situada al Sureste de la Provincia de Ciudad Real . La economía de Santa Cruz de los Cáñamos, se basa en la agricultura y ganadería. Se cultiva el cereal (trigo y cebada), olivo y vid; también se han cultivado hortalizas. La ganadería está formada por tres o cuatros explotaciones familiares, suman algo más de mil cabezas de ovino y caprino. La industria se limita a una panadería y a la Almazara Cooperativa..." leer más

Nota: Este es el pueblo del que me dio el soplo del generador de CO2. No os digo naa y os lo digo too.

11 días no son nada

Cuando he vuelto esta tarde el generador de CO2 estaba expirando, en el sentido médico de la cosa. Estaba deseando que llegase alguien para verlo, pues hacía tiempo que no se me moría nadie tan bien. Qué irse, que apagarse... ya salían más despacio las burbujillas. ¿Si sufre? A la fuerza. ¿No ven que nota cómo se le está yendo la vida?

Eso es lo que el generador de CO2 ha dado de sí, 11 días. Las condiciones de la mezcla fueron: 1,9 litros de agua, 65 gramos de azúcar y una cucharadita de café de levadura de panadería, todo ello a unos 25 grados centígrados.

También hemos probado -los experimento que no falten- con el doble de azúcar y levadura, pero, aunque produce también el doble de burbujas, dura menos de una semana. La levadura se muere (o se emborracha y no curra) por la cantidad de alcohol en el medio. Porque, si no lo sabéis, niños, el proceso de generación del CO2 es mediante la fermentación. De hecho, ¿en vuestro pueblo no hay ninguna leyenda sobre uno que se murió en un tonel de vino? Bueno, que me voy de varas. Que si lo que queremos son más burbujas hay que ampliar proporcionalmente la cantidad de cada uno de los tres elementos.

El Aeropropagador, The machine

Dando un paseo por la Red en busca de información acerca de la clonación de las niñas, vi la luz: "Como construir un propagador aeropónico casero". Una tentación demasiado fuerte; quién puede resistirse a construir este artilugio. Éste es El inspirador, echadle un ojo, porque siendo sinceros... ¡me gusta más! Hay otro par de ellos en esa misma sección, Aeroclonador II y III.

Se preguntarán ¿por qué?
Mentes débiles... Se supone que con este cacharro los esquejes enraízan más rápidamente y con unas probabilidades de éxito significativamente mayores que con otros métodos. El esqueje es, por si hay algún madrileño, una ramita de planta que hacemos crecer de forma independiente y es un clon de la original. En El Ejército de las Tinieblas pasa algo parecido, no sé si la habéis visto. Tiene la ventaja de que al ser un clon tiene todas las ventajas de la madre, sexo incluido.

¿Cómo funciona? Lo que hace el inspirador es generar un entorno adecuado para el desarrollo de raíces por parte de los esquejes. De toda la vida los esquejes se ponen en tierra, pero estos serán aeropónicos, es decir, las raíces irán suspendidas en el aire. Para eso es necesario que reciban la mezcla adecuada de agua y oxígeno, y que lo hagan a oscuras. Y eso haremos, introduciremos en un contenedor el mecanismo que genere la mezcla de aire y agua en la que se desarrollarán las raíces. Que haga burbujitas, vamos. Como en los acuarios.

El aeroclonador que hemos construido servirá para 21 esquejes. Es útil no sólo para este tipo de plantas, sino para otras muchas.

A partir de aquí, podéis ir tarareandos la sintonía de Bricomanía, El Equipo A o McGyver. Yo creo que le va más la de Bricomanía. La de Mc Gyver era para el Generador Casero de CO2. A la del Equipo A habrá que buscarle una entrada, supongo que cuando a un amigo nuestro de color y con collares de oro le encierren en algún hangar.

Lista de materiales:

Un par de tuppers del “Todo a 100”. Los nuestros miden 8 centímetros de alto por 15 de ancho por 30 de largo. ¡No lo compréis más bajo, que yo ya me veo apurado con éste!

Una bomba de aire de 200 litros por hora. A título informativo, la bomba de aire de dos salidas regulables y 200 litros/hora Eheim 3702. son 24,70 euros.

Dos difusores de burbujas. Difusor de aire flexible 25 cm. -> 6,01 euros.

Tubo de plástico del grosor de las salidas de la bomba (el Eheim las trae incluídas) y tubos de 10 milímetros para los esquejes.

Pintura negra del “Todo a 100” en caso de que el recipiente no sea totalmente opaco.

Silicona o moco de cigüeña.

Agua destilada.

Un taladro o algo similar para hacer los agujeros.

Hormonas de enraizamiento para que agarren bien y pronto.

La bomba y los difusores los he comprado por Internet en naturalplanet.com. Me han llegado perfectamente en 3 o 4 días. Si te gastas 40 euros, los gastos de envío salen gratis. Y sólo con los difusores y la bomba ya sumamos 36,72 euros, así que merece la pena coger otro difusor o algo que tuviésemos en mente desde hace tiempo, como u medidor de PH para 100 usos de 7,44 euros para llegar a esa cantidad y que nos lo manden todo por la patilla.

En primer lugar haremos un par de agujeros al tupper del mismo tamaño que la goma que utilice la bomba del aire. Es conveniente hacer los agujeros por encima del nivel del agua :)

Después hacemos los agujeros de la tapa, que deberán estar separados cuatro centímetros entre sí o del borde. Yo los he hecho de 8 milímetros, y creo que será lo justo para que después de meter el tubo quepan los tallos sin precipitarse hacia el infinito como Gandalf en las minas de Moria. El tubo que he puesto en ellos será de 10 milímetros (por 15 milímetros de longitud), y tiene un corte trasversal que nos permite adaptarlo al agujero y quitarlo después del enraizamiento sin dañar la raíz. Los puristas ponen cinta aislante negra en los tubos, para que entre menos luz, nosotros lo haremos cuando sean nuestras nietas.

Después hay que lijar y pintar el recipiente. Lo pintamos de negro para que no entre la luz y las raíces se desarrollen mejor y con menos riesgos. Otra opción es forrar el recipiente con algún material opaco, como una cinta aislante especial que parece de papel de aluminio.

Los tubos de los difusores hay que pegarlos al tupper de forma que no bailen al moverlo. Si se moviesen, las burbujas no se repartirían de forma homogénea en nuestra pequeña atmósfera y algunos esquejes se secarían.

En el montaje final, el compresor debe estar siempre más alto que el recipiente, pues si no el agua podría meterse dentro y montarla gorda.

Utilizamos agua destilada porque tiene el PH adecuado y se estropea menos. Hay quien añade un chorrito de agua oxigenada cada 3 días para evitar la aparición de phytium, que es esa cosa chunga que hace que el tallo se ponga negro y se pudra. Para esto también es importante que no entre luz.

Los esquejes de las niñas son muy delicados. En su momento, dedicaremos una amplia entrada sobre el tema. Así que plantaremos cipreses. Ya lo dice el refrán, los experimentos, con cipreses.

Aquí podéis ver el aeropropagador funcionando con los Cupressus Gold Crest. Cuando los esquejes sean de las niñas, pondré el otro tupper de tapa (tupper/tapa/tapa/tupper) para evitar que se deshidraten, eso sí, con ventilación, para no liarla con los hongos de los…

Después de décadas de fracasos, el jardinero y yo hemos por fin conseguido algo en esta vida. Somos los primeros en algo. Si buscas en google "tiestos biodegradables" estamos en el número uno. Y en el número cuatro. Como dijo Michel al marcar un gol a Corea del Sur, "me lo merezco".

Había una vez...

...un circo. Es lo que vamos a tener que montar como la cosa no cambie. En él podrán admirar ¡las plantitas más raquiticuchas del mundo!. Las pobrecitas no levantan cabeza. Nuestro armamento químico fue incapaz de frenar el devastador avance de los hongos. Tuvimos que amputar.

Si estaban un poco tristes, se han quedado tristes del todo. Tenemos ya cinco semanas de vida y no levantamos más de 10 centímetros del suelo.

Pese a la contundencia de las cifras, hay que matizar que el aspecto actual no me parece malo. Vamos a intentar ser optimistas.

Además, próximamente en sus pantallas, la próxima entrada... EL AEROPROPAGADOR!!!!!!!!!!!!!! Que ya opera en versión beta con 21 esquejes de Cupressus Macrocarpa (ciprés del tipo Gold Crest).

Grrrrr, primera crisis!!!

Tras la colocación del invento del CO2, tapamos con film transparente la caja con el fin de que se acumulase el CO2 en su interior, pero ha sido un fracaso. Han aumentado tanto la temperatura como la humedad del sistema, y a los dos días eso ha provocado la aparición de hongos en las hojas :(

Hemos rociado todo el sistema con un fungicida y hemos quitado el film transparente. Estamos en un momento crítico, pues las plantitas todavía son muy vulnerables. Si los hongos ganan, las niñas... snifff!, snifff!.

Sólo podemos hacer una cosa: mantener el sistema con poca humedad para que se seque el sustrato más de lo habitual, y rezar para que el fungicida se porte.

El invento no lo retiramos. Como el CO2 pesa más que los otros gases del aire, y a pesar de que el flujo provocado por el calor disipará el gas, algo se quedará por ahí abajo.

Generador casero de CO2

Antes de nada habría que hacer alguna precisión. Lo de generar CO2 no es sólo para contribuir al cambio climático y joder a los ecologistas, que también, sino porque las plantas están preparadas para utilizar mucho más CO2 del que contiene la atmósfera que respiramos. Si se les proporciona más se acelera su proceso fotosintético. Existen en el mercado generadores de CO2 que cuestan unos 1.000 euros y, sí, yo opino lo mismo que vosotros, ¡cáspita! Este que vamos a hacer nosotros, francamente no creo que haga mucho, pero es gracioso :)

Materiales:

- Un envase de 2 litros. Una botella de coca-cola es ideal, pero personalmente creo que la botella de Ajax Pino le da un toque popular impagable.
- Una cucharadita de levadura. De panadería, no de sobre. A mí me la venden en tacos de 500 gramos y me cobran 3 euros. Con eso da para mil años, pues se puede congelar, aunque se aletarga (la levadura, no nosotros) y luego tarda más en hacer efecto (la levadura).
- Una taza de café llena de azúcar.
- Agua a temperatura ambiente.

Procedimiento:

Disolvemos la cucharadita de levadura en agua templada y la vertemos en la botella. Añadimos la taza de azúcar y el agua, sin llenar del todo la botella. Agitamos un poco y en unas horas empieza a desprender CO2. No es conveniente inhalar este gas.

Para llevar el gas a las plantitas hemos hecho un agujerillo al tapón de la botella y le hemos pegado, con moco de cigüeña, un tubo que conecta con una de las salidas de drenaje de A, de este modo la propia tierra hará de difusora del CO2. Otra opción es conectar el tubo a un casco de Darth Vader que compramos en una tienda de frikis e insertarle el casco a la planta, que pasaría a respirar como Constantino Romero y a decirnos "siento crecer la rabia en tu interior"...

Este invento lo utilizan los acuariófilos para que sus plantas acuáticas crezcan más bonitas y fuertes. Como yo no sabía si lo había hecho bien, antes de concectarlo a la planta probé a dejar el tubito metido en un vaso de agua, para ver si por la mañana salían o no burbujas. Así que lo primero que hice al levantarme fue correr al “laboratorio” para observar mi generador casero de CO2. Esto debería suponer puntos extra en el frikitest. Según entraba por la puerta comencé a escuchar una pedorreta continua. ¡Eureka! El generador funcionaba mejor de lo esperado. Un montón de burbujillas brotaban sin cesar como en una botella de Sidra el Gaitero. Ya hemos aportado nuestro granito de arena al calentamiento global con una botella de Vim, levadura, agua y azúcar. McGyver es un aficionado al lado nuestro!!!

Nota post-experimento:

"Cuando he vuelto esta tarde el generador de CO2 estaba expirando, en el sentido médico de la cosa. Estaba deseando que llegase alguien para verlo, pues hacía tiempo que no se me moría nadie tan bien. Qué irse, que apagarse... ya salían más despacio las burbujillas. ¿Si sufre? A la fuerza. ¿No ven que nota cómo se le está yendo la vida?Eso es lo que el generador de CO2 ha dado de sí, 11 días. Las condiciones de la mezcla fueron: 1,9 litros de agua, 65 gramos de azúcar y una cucharadita de café de levadura de panadería, todo ello a unos 25 grados centígrados.También hemos probado -los experimento que no falten- con el doble de azúcar y levadura, pero, aunque produce también el doble de burbujas, dura menos de una semana. La levadura se muere (o se emborracha y no curra) por la cantidad de alcohol en el medio. Porque, si no lo sabéis, niños, el proceso de generación del CO2 es mediante la fermentación. De hecho, ¿en vuestro pueblo no hay ninguna leyenda sobre uno que se murió en un tonel de vino? Bueno, que me voy de varas. Que si lo que queremos son más burbujas hay que ampliar proporcionalmente la cantidad de cada uno de los tres elementos."

20 días

Han pasado 20 días, y la verdad que el UFO no está respondiendo a las expectativas creadas. Las plantitas no crecen al ritmo que lo harían con una HPS (bombilla de vapor de sodio a alta presión, la tecnología más eficiente) o con el sol.

Todavía es muy pronto para sacarlas a la terraza, hay muchos cambios de temperatura y hace más bien frío. Así que nos estamos planteando recuperar una bombilla que tenemos del año pasado, una híbrida de vapor de mercurio e incandescente de 160 vatios (de Sylvania Mercury Vapour HSB - BW 160W). Tampoco es lo más eficiente, pero emite todo el espectro necesario para las niñas; incluso serviría para floración. A los 160 vatios les saca aproximadamente 6.000 lux. Un punto en su contra sería que emite bastante calor. En cuanto empieza a hacer bueno, no hay quien pare con ella en la habitación, pero como en ese momento es cuando ya no la necesitaremos...

Para poner esta bombilla deberíamos comprar un cacharro de esos que traen pantalla y casquillo y que cuestan unos 18 euros, que son los que utilizan las agrolite CFL, que traen el casquillo gordo de toda la vida, el E27. ¿Qué haremos? Lo sabremos en el próximo capítulo.

Os adelanto que hemos construido un generador casero de CO2 para las plantitas y que en breve construiremos un propagador aeropónico para los esquejes. Ambos artilugios merecen y tendrán su propia entrada, con todos los detalles y fotos a color.

Buscando un nombre para las niñas

Bueno, más bien para la niña A, porque hemos decidido bautizar a la niña B, que es la que está más hermosa, como Petite Claudine quien, además de hermosa en sí misma, ha sido la responsable del 90% de las visitas a nuestro humilde jardín.

Para la otra se admiten propuestas. Por ejemplo: -Ruperta, un, dos, tres, responda otra vez.

- Ruperta.

- Mafalda.

- Azul.

12 días

Doce días después de brotar las niñas están estupendas y crecen. Con tranquilidad, a su ritmo, pero sin problemas.








Aquí tenéis a las dos en su entorno, que hemos tenido que desmantelar ligeramente para el riego y la sesión fotográfica. En los primeros planos podéis ver lo bien que están las dos. Estamos muy orgullosos del UFO. Se está portando al mantener a las niñas sin obligarlas a que se espiguen. Así saldrán más tupidas y fuertes.

Las plantitas son: A (izquierda) y B (derecha). Y, sí, ya va siendo hora de bautizarlas, dadnos tiempo. Las próximas fotos irán con nombre. Admitimos sugerencias, así que ya sabéis.

Este es el aspecto de la casita de las niñas, con esta guarrería de papel de aluminio aprovechamos mejor la luz y regulamos la temperatura.

Finding Keli pa las niñas

Hemos intentado utilizar el kelifinder, pero la búsqueda de fururas casas en Madrid, no nos ofreció ningún resultado :(. Claro, al ser una ciudad pequeña...

Al final tuvimos que elegir recipientes de 10 litros , que es a lo que tiende la sociedad moderna. Bromas a parte, hemos optado por este tamaño porque es justo el espacio del que disponemos para albergarlas en la caja de vacunas (el metarecipiente). El tamaño mínimo para criarlas es de 6 litros. Obviamente no hay máximo, pues las raíces se pueden extender a sus anchas y proporcionar nutrientes para una planta de mayor tamaño. De hecho, el que tenga un jardín de verdad va a tener que talar la planta con un hacha mientras que a los demás nos valdrá con unas tijeras de podar.

A lo que íbamos. Preparamos la base del tiesto con unos buenos agujeros y una capa de dos centímetros de arlita, para que no se estanque el agua en el fondo. El resto, hasta dos centímetros del borde, lo llenaremos con el siguiente sustrato:

Tres partes de mantillo, que es el alimento del primer mes para las niñas. Tres partes de arena lavada, que facilita el drenaje del exceso de agua. Dos partes de arlita, que airea el sustrato. Una tacita de polvo de dolomita. Esto estabiliza el PH y contiene magnesio, que dicen que es bueno para las niñas. Nosotros de momento no la hemos echado, porque no me he puesto a buscarlo. Si, ya lo sé, ¡MAAALLL!.

Recordad que cuanto más estériles sean los materiales empleados, más probabilidades de sacar adelante a la familia tendremos.

Lo de ofrecer la "fórmula" con partes y no con cantidades es porque cada uno utilizará el recipiente que pueda, calderos, cubos de pintura, cajas de vacunas, contenedores de desechos biológicos (como el de la foto) y las cantidades serán variables. Cuanto más friki es el recipiente más mola.

Se puede regar la maceta antes o después del transplante. Es más cómodo antes, pero lo más importante es que la tierra este húmeda, NO ENCHARCADA, y a la vuelta de 15 minutos retiramos el exceso de agua. Las plantas se mueren mucho antes por exceso de agua que por quedarse secas. Entre riego y riego, dejad que se seque la parte superior del sustrato. (Nota de la redacción: la obsesión de mi amigo con el encharcamiento del agua se debe probablemente a algún trauma infantil, que mojaba la cama o que casi se ahoga. Espero que le disculpéis). (Nota del "amigo": cabronazo).

Ya puestos, os diré que cuidado con el abono, también es mejor quedarse corto que pasarse. El primer mes bastará con el alimento que contiene el sustrato, y a partir de ahí hay que fijarse bien en la planta para saber cuándo necesita alimento. Ya hablaremos del tema en su momento.

Bueno, que me desvío. Hacemos un hoyo en la maceta del tamaño del tiesto biodegradable, al que hemos de recortar el borde a RASSSSSSSS! (los dos centímetros que habíamos dejado), tal y como se puede apreciar en la foto. La tierra tiende a asentarse, como en las tumbas, así que podéis hundir el tiesto un centímetro por encima del nivel del sustrato.

Una vez finalizado el trasplante, volvemos a poner las plantitas a tomar el sol (sería mejor decir tomar el UFO) con la máxima potencia que, para qué nos vamos a engañar, no es mucha. Se trata en todo caso de encender los dos fluorescentes a la vez y, todavía a cinco centímetros de distancia (en nuestro caso), vamos a suministrar luz las 24 horas del día. Nos bastaría con 16 horas, pero el bajo consumo de nuestra lámpara, nos permite estos lujos que acelerarán el crecimiento vegetativo.

Esta primera semana es la más sosa, puesto que no pasaremos de los dos cotiledones y las dos minihojitas de una punta que salen casi a la vez. Los cotiledones son esas dos hojas redondas que salen al principio, sí, eso que las define como dicotiledóneas tal y como os explicaban en clase de Naturales.

...Y se hizo la Luz

Tras tres días en la incubadora, las niñas han visto la luz. Aparecen cheposillas, con forma de cachava, y se desperezan despacio como cuando nos levantamos tarde los domingos. En unas horas ya están completamente erguidas y buscan toda la luz del mundo.

En este punto habremos retirado la yogurtera de la incubadora. Ahora, el calor que las niñas necesitan se lo proporcionará el UFO, que será además su sol particular. Así, en los dos primeros días sólo recibirán luz del fluorescente de luz fría (el de 22 vatios y luz rojiza), lo cual favorecerá el crecimiento de sus raíces y minimizará la deshidratación. Lo hemos puesto a cinco centímetros de distancia porque es una luz de muy poca potencia y no hay riesgo de que quemen las plantas como ocurriría con cualquier otra bombilla. Así que ojo, informaos bien de la distancia adecuada para vuestra lámpara: si es poca se achicharran; si es excesiva las plantas se espigan. Esto es especialmente importante ahora que son canijas.

Tras dos días de toma de contacto con el mundo vamos a proceder al trasplante para que las niñas sepan que tienen un buen espacio donde extender sus raíces. También conectaremos el segundo fluorescente de luz cálida que favorecerá el crecimiento vegetativo de las niñas. Pero vamos paso a paso. Como dicen en la Guardia Civil, paso corto, mirada larga y mala leche.